Sobre el WC

marzo 21, 2012 § Deja un comentario

1 Política del WC

Quizás el asiento por excelencia, el más universal apoyo y el que de forma más extraña y promiscua compartimos a lo largo del día con otras personas: el trono, el WC. Esta denominación proviene del acrónimo inglés para “water close” y hace referencia al cierre hidráulico, el mecanismo de sifonamiento mediante el cual el tubo que conecta nuestra vivienda con las cloacas queda cerrado al paso de olores y agentes insalubres de forma sencilla, automática e infalible. Desde las primeras letrinas talladas en piedra hace más de 4.000 años en Gnossos hasta la incorporación de la electrónica para mejorar nuestra experiencia sobre el inodoro, el diseño, perfeccionamiento y popularización (el retrete es algo obligatorio desde hace más de 200 años), constituyen una historia jalonada de episodios reseñables. El éxito del invento y la velocidad con que se popularizó no es extraño. El WC resuelve de forma aparentemente definitiva un problema de salud e higiene públicas. Mediante el accionamiento de su sencillo mecanismo, el retrete aleja nuestros residuos para mayor comodidad propia y de nuestros congéneres. Pero… ¿Se trata de un logro meramente funcional? ¿Implica el retrete una forma de entender el mundo?

Gracias a este nuevo aparato llamado WC, en el siglo XVIII podremos hacer desaparecer por primera vez y de forma casi mágica aquella parte de nosotros con la que ya no nos identificamos. No es de extrañar que Zizek vea en la forma y funcionamiento del retrete una metáfora de la forma en que cada sociedad se libra de sus “marrones”. Efectivamente el WC nos libera de nuestra mierda, pero contribuye también a una importantísima evolución del espacio en que vivimos. El inodoro opera como una máquina higienizadora del espacio. Es capaz de unificar parcelas de nuestra existencia tradicionalmente separadas de forma radical. Gracias al cierre hidráulico las nuevas letrinas no son insalubres siendo posible domesticarlas, es decir, incluirlas en las viviendas de las que hasta entonces estuvieron claramente segregadas cuando no directamente excluidas. Es gracias al WC y su vasta red de alcantarillado que el espacio público se dignifica quedando atrás los tiempos de “agua va” y los callejones inmundos en que la grey se aliviaba. El retrete en definitiva, hace posible un estado de claridad y limpieza universales que pronto encontrará su expresión estética. En lo doméstico será el espacio luminoso y diáfano. En lo urbano la apertura de viales y la inédita domesticidad del espacio público. En ambos casos triunfa un Foucaultiano espacio “en orden de inspección”.

Desde un punto de vista de la ética de la autoexigencia, de la moral del esfuerzo, la posibilidad de pulcritud que el WC hace posible en el espacio es un mandato. Si es posible deshacerse de la marrones de forma discreta y definitiva, es obligado hacerlo de esa manera. Se inicia así una carrera de nuestros interiores (e interioridades) hacia lo inmaculado, una tendencia que es tan formal como moral, tan estética como ética. Resulta obscenamente violenta la forma en que Le Corbusier proyectó (¡y publicó!) algunos de sus interiores domésticos haciendo desinhibida apología de la desnudez y limpieza de los espacios de aseo: Como espacios diáfanos que se muestran bajo una impenitente luz cenital directa del sol, sin posibilidad si quiera de un puntual oscurecimiento de alguno en sus rincones. Cualquier atisbo de intimidad, discreción o simple sombra es eliminado a favor de una amplitud y luminosidad higienistas cuya íntima incomodidad Tanizaki describe con tanta sutileza en “Elogio de la sombra”.

En el WC se impone la estética de la inspección. Los sanitarios se presentan como iconos de modernidad, en una incuestionada asociación de limpieza y salud, formal y moral.

2 Mierda y sostenibilidad: tabú y totem.

Blanco, de porcelana y de formas redondeadas, este es el hegemónico aspecto del WC desde su primera construcción. Pocas piezas son tan invariables en su forma y aspecto como este asiento. Hubiera querido ilustrar estas líneas con diseños de interés pero cualquier esfuerzo de creatividad y originalidad en su diseño resulta forzado y rápidamente evoluciona hacia el ridículo. Cualquier manipulación o personalización del aspecto del retrete violenta al espectador de manera especialmente directa. Resulta paradójico lo categórico de la forma del váter, lo intocable de su diseño y material, aparentemente protegidos de cualquier cambio, como si el WC fuese un tabú del diseño y la microsociedad del diseño y los diseñadores hubiesen acordado una moratoria de originalidad entorno al “trono”.

Apelo a la paciencia e interés del lector para comentar la última revolución en el diseño de WCs: el W+W de Roca y su antecesor, de menor impacto visual pero idéntica filosofía, el Profile 5 de Caroma fuera ya de fabricación. En ambos casos se trata de un dispositivo que unifica lavamanos e inodoro. Se trata de reducir el consumo de agua utilizando las aguas grises del lavamanos como provisión de la cisterna del retrete, una solución a la que por urgentes problemas de economía muchos llegaron antes a través del bricolage. Como anteriores avances en materia de fontanería y saneamiento, la simplicidad del planteamiento está lejos de ser un inconveniente y además de garantizar el buen funcionamiento del mecanismo se presta a equivalentes morales sobre los que bien nos hubiera gustado haber escuchado hablar a Slavo Zizek.

La provocación del elaborado (y costoso) diseño de Roca reside en el hecho de que se trata una pieza de diseño que propone una nueva forma para el WC. Un cambio en la forma del WC sólo es presentable si argumentos muy poderosos lo soportan. Me complace especialmente especular con la posibilidad de que esta última transformación de ese tabú del design que es el retrete resida en un nivel aún mayor del tradicional higienismo funcional y moral tan típicamente centroeuropeo que parece soportar todos los WCs: La sostenibilidad. En efecto, si el WC es un tabú del diseño, la sostenibilidad es un totem de esa misma disciplina. En el W+W la novedad formal se ampara en la reducción en el consumo de agua. Y es gracias al carácter exorbitante del concepto sostenibilidad que resulta tolerable una manipulación formal de WC que de otra forma sería rápidamente denostada.

Sostenibilidad en definitiva, una materialización de posibilidades que, precisamente por ser posibles y para la moral más autoexigente, deviene inmediatamente en un mandato…

Texto: Elías Cueto. Imágenes: links citados

De una pieza

febrero 16, 2012 § Deja un comentario

La sofisticación en el diseño y construcción de las sillas ha tenido mucho que ver con el ensamblaje de diferentes materiales y formas. Sin embargo la tecnología hace posibles sillas de una sola pieza en las que el material, su forma, o sencillamente la técnica y el proceso de conformado, alcanzan una singular expresividad.

En lo que a los diseños de una sola pieza se refiere, el plástico es sin lugar a dudas el material por excelencia. Las sillas de plástico moldeado están por doquier y no faltan buenos ejemplos de las posibilidades que este material ofrece. Tal es el caso de Neiji, una silla elegante y altiva diseñada por Mukomelov Studio en 2010 emparentada quizás con el taburete WW de Phillip Stark.

Quizás el ejemplo más irreverente de cuantos diseños se han realizado en plástico sea precisamente del diseñador francés,  Louis Ghost, un diseño realizado por Phillipe Stark para Kartell en 2008. En esta pieza el genial diseñador francés logra algo aparentemente imposible: ¡Un Luis XV de metacrilato!

También de una pieza y en plástico, pero en los límites de la experimentación descubrimos Pe Pink de Tom Price. Se trata de un diseño basado en el uso de materiales con bajo punto de fusión como el polietileno. Así, calentando un molde con forma de asiento y por simple contacto con dicho material obtiene la forma exacta del asiento sobre una imprevisible maraña de plástico fundido que sirve como patas de la silla final.

También mediante el uso de plásticos con bajo punto de fusión se encuentra Original Stool un proyecto de BreadedEscalope. En este caso la forma y color del objeto queda fuera de control para los diseñadores que someten la pieza aún sin solidificar a diferentes situaciones obteniendo unas formas y mezclas de color igualmente diferentes e imprevisibles.

Definir procesos de producción orientados a la obtención de formas imprecisas, y por tanto producir objetos únicos, es un objetivo compartido por diversas propuestas. En el caso del israelí Guy Michaly destaca Blast, un taburete cuya forma se obtiene mediante una explosión controlada. Para ello previamente se da forma a un casquillo mediante el corte por laser de una chapa y posteriormente se sueldan las dos piezas. A continuación se colocan cargas explosivas de tal forma que su detonación confiera la forma final al taburete, forma que evidentemente es irrepetible.

Una propuesta similar ha sido desarrollada por Johannes Hemann. Mediante un pequeño espacio cerrado en el que simula tornados, este diseñador deja que los fragmentos de un material se agrupen caóticamente hasta formar objetos. Tal es el caso de Geoffrey, un sofá en el que los tradicionales recortes de espuma del relleno se auto-organizan para formar un asiento.

Con la misma intención de lograr objetos con formas únicas dando forma a procesos caóticos, Jolán van der Wiel utiliza la fuerza electromagnética en lugar de las turbulencias atmosféricas. Para ello un material conductor de la electricidad es depositado entre varios campos magnéticos que deforman esta sustancia dando forma a un taburete.

Con un proceso de fabricación más sencillo y un aspecto final igualmente imprevisible  destaca la silla Rememberme diseñada por Tobias Juretzek para Casamanía. Se trata de un producto fabricado a partir de ropa vieja que es introducida en un molde y prensada con resina. La forma final es repetitiva y sencilla pero el aspecto del producto terminado es siempre único debido a que en él se incorpora de forma reconocible la ropa vieja utilizada en su fabricación.

Y también con material de deshecho aunque en este caso con residuos de plástico inyectado, KOCX ha desarrollado un sencillo sofá modular de una sola pieza.

Con un planteamiento similar el holandés Dirk van der Kooij ha diseñado Endless, una silla y mecedora fabricadas de una sola pieza. Como en el caso anterior, la producción del mobiliario también se basa en material de deshecho, en este caso bolas de plástico reciclado. Aquí sin embargo el proceso de fabricación evita el uso de costosos moldes y se basa en un brazo robótico, una pieza con más de 140.000 horas de trabajo acumulado que el diseñador compró cuando iba a ser retirado de una fábrica china. Convenientemente reprogramado, ese brazo es capaz de producir sillas sin interrupción pudiendo variar su color en función de los residuos de plástico con que se alimenta la maquina. La producción continuada admite continuos cambios en la forma o escala del modelo ya que esta no depende de un molde sino que es impresión directa de un modelo CAD.

Pero no todo es plástico en lo que a la fabricación de asientos en una sola pieza se refiere. Florian Schimid () ha trabajado con el “lienzo hormigonado”, un material al que se le puede dar forma como si de una tela se tratase pero que una vez fraguado es tan rígido y resistente como el hormigón. En Stitching, este diseñador ha trabajado sobre diferentes patrones utilizando de forma desenfadada cordones de colores para dar forma al producto final mientras éste fragua.

De una pieza se forma igualmente Glacier, una exclusivísima chaise-longe diseñada por Brodie Neill a partir de 135 litros de vidrio solidificado. La pieza supera los 300Kg de peso y su fabricación precisa de un secado que se prolonga durante más de 80 días. El trabajo de Neill recurre frecuentemente a lo escultural y recuerda al bien conocido trabajo de Ron Arad, especialmente en sus diseños resueltos mediante acero inoxidable como es el caso de Reverb.

En el extremo opuesto en lo que a exclusividad se refiere se encuentra el trabajo de Dirk Winkel. Partiendo de los principales clásicos del diseño como la silla Barcelona de Mies van der Rohe o la LC2 de Le Corbusier, este diseñador produce Stacking Hommage. Se trata de copias de aquellos iconos del diseño realizadas en plástico moldeado y perfectamente apilables. Debo reconocer que siento debilidad por estas “copias baratas” y su descaro iconoclasta, singularmente provocador y auténtico.

De una pieza e informal resulta la propuesta de Kanana Kanishi. Koke-a es un ambiguo mueble para descansar en que el punto de partida no es el sofá o la chaise-long sino una “alfombra modificada”. El resultado es una pieza adaptada a la tradición japonesa de sentarse en el suelo que promueve posiciones imprevistas y ofrece un provocador color y textura de musgo.

Texto: Elías Cueto / Imágenes: links citados.

Dibujando… sillas

enero 29, 2012 § Deja un comentario

Desde el 21 de Enero hasta el 9 de Abril, del presente año (2012), se celebra en la Royal Academy of Arts, de Londres, una exposición sobre la obra de David Hockney. La muestra consiste en una colección de más de 150 obras, generalmente de gran formato, cuyo argumento principal es el paisaje y el efecto de las estaciones sobre el mismo.

“Woldgate Woods, 21, 23 & 29 November 2006″ / Óleo sobre lienzo, 182 x 366 cm / Fotografía: Richard Schmidt

En realidad, el hecho de representar la naturaleza que nos rodea ha sido y sigue siendo uno de los ejercicios más comunes del ser humano. La gran diferencia que encontramos con el paso de los años es la técnica que posibilita dicha representación.

Cuevas de Altamira. Entre 15 000 y 12 000 años a.C.

Es interesante indagar sobre la retrospectiva de Hockney, por la simple razón de que un tercio de las obras han sido creadas mediante un iPad. Sin duda, una técnica novedosa que le permiten a este artista, de más de 70 años, seguir indagando en técnicas de representación…

«The Arrival of Spring in Woldgate, East Yorkshire in 2011- 2 January» / Dibujo en iPad impreso sobre papel, 144.1 x 108 cm

Esta exploración artística me da pie a sugerir dos líneas de investigación, relacionadas con el campo que nos ocupa; las sillas.

Por un lado, un tema sobre el cuál no quisiera detenerme demasiado ahora, pero que me parece de sumo interés. Se trata de preguntarnos si existe o debiera existir una co-relación entre el entorno que nos rodea, ese que pintamos a veces, y los objetos que producimos, o dicho de otra manera, ¿existe una objetualización del paisaje?

En segundo lugar, y de carácter menos prosaico, quisiera reflexionar sobre las formas de representación de nuestras sillas. Pocas son las referencias que tenemos al respecto y menos aún de ese proceso evolutivo, previo al objeto final. Generalmente, son dibujos a mano alzada, cargados de intención, pero de líneas aún titubeantes. Estos esbozos tienen un alto valor intelectual, ya que son la antesala de un producto final y la plasmación de todas aquellas incertidumbres que nos asaltan antes de la elaboración última. Dibujos que anticipan una realidad venidera.

Mies van der Rohe (1929)

Le Corbusier (1929)

Jean Prouvé (1930)

Con la imagen todavía presente de ese señor mayor retratando la campiña inglesa con su iPad, quisiera recomendar la visualización del siguiente vídeo.

SketchChair Kickstarter Campaign from diatom studio on Vimeo.

Un intento por crear un software libre, al alcance de todo el mundo, que permite diseñar distintas piezas de mobiliario, evaluando previamente su adecuación ergonómica. La idea es sumamente atractiva, ya que todos los objetos se configuran a partir de piezas menores planas, que se pueden obtener fácilmente recortando sobre un tablero contra-laminado de madera. Dichas piezas se unen con ensambles a media madera o de caja y espiga hasta configurar el modelo tridimensional. Desde luego, todo el sistema goza de una inapelable ventaja, que consiste en poder transportar todas las partes del producto en muy poco espacio y, por lo tanto, de una forma muy eficiente.

Texto: Xulio Turnes Vieito [www.domohomo.es]

Lucas Masen, Lucas Maasen, Lukas Massen, Lucas Mazen…

enero 12, 2012 § Deja un comentario

En el trabajo de Lucas las sillas están casi por todas partes y se acompañan con interesantes reflexiones sobre los procesos que dan forma, significado o simplemente intensidad a los objetos. Desde el proceso de fabricación hasta el proceso de valoración o percepción de un diseño por parte de la sociedad, el consumidor, etc.

El último trabajo del holandés es Maasen & Sons, un diseño de silla en el que la forma se carga de intensidad a través de la colaboración de los hijos del diseñador/artista en la terminación de las mismas. Sillas aparentemente sencillas que sin embargo contienen afinadas decisiones de diseño y en las que la torpeza y rapidez del acabado final revelan un origen habitualmente inconfesado: el trabajo infantil.

Pero no todo es diseño póvera en la trayectoria del holandés. En 2010 Maasen diseñaba Sitting Gold. Se trata de una «silla-lingote de oro», una provocadora pieza en la que el diseño de sillas es un medio para la simple y directa acumulación de capital. Un interesante apunte sobre el diseño contemporáneo…

Siguiendo la dirección apuntada por Enzo Mari (reseñado anteriormente en este mismo blog), en el trabajo de Maasen los objetos no aparentan ser sino que simplemente son. No son aparentemente valiosos sino que literalmente valen mucho, como en el caso de Sitting Gold. No son formas y diseños concretos sino piezas unidas según unas determinadas instrucciones como en el caso de Script Chair OS, un simple protocolo de ensamblaje en el que las piezas y materiales son intercambiables.

En ocasiones el trabajo de Lucas se ha apoyado en la transformación y manipulación de sillas que dejan de ser muebles auxiliares para convertirse en presencias virtualmente animadas que reclaman su propio protagonismo y atención. Es el caso de Singing Chair o las inquietantemente divertidas Sitting Chairs y Yoga Chairs.

Sillas que no son para sentarse… Sillas todas ellas que dan poco o nulo servicio y que nos interrogan sobre nuestras inconfesadas preferencias en el diseño: ¿Realmente queremos sentarnos o sólo representar la acumulación de capital y rodearnos de serviles y complacientes diseños/trabajos/esfuerzos realizados por otros? Mmm…

Texto: Elías Cueto / Imágenes: http://www.lucasmassen.nl

Transformar, intervenir, modificar, adaptar… ¿copiar?

diciembre 25, 2011 § Deja un comentario

En una fugaz conversación con Magdalena surgió este tema de la originalidad de los diseños, de cómo y hasta dónde copiar, de lo significativo de un diseño por sus antecedentes y sus referencias… Un ejemplo: 1-380 de Horgenglarus. El fabricante suizo ha desarrollado una gran cantidad de sillas caracterizadas por su diseño contenido y poco provocador. El modelo Classic 1-380 es quizás el más popular de todos. Una pieza a mitad de camino entre lo clásico y lo genérico, fuente de inspiración propia y de, entre otros, el propio Jasper Morrison en su Basel Chair para Vitra.

Horgenglarus a la izquierda, Vitra a la derecha.

En abril de 2009 y precisamente en base a ese clásico del diseño suizo, una cafetería llamada “Z am Park” iniciaba un interesante proyecto. Grupos de cuatro sillas se ofrecían a cinco diferentes personas para que las transformasen a voluntad. Las sillas se utilizaban durante cuatro o cinco meses en el céntrico cafetón de Zurich. Al final de este periodo eran subastadas públicamente de manera que una nueva remesa de 1-380 intervenidas eran colocadas en la cafetería en sustitución de aquellas. Desde el inicio de este proyecto cien sillas de Horgenglarus han sido transformadas, utilizadas y vendidas. La web de “Z am Park” permite ver todos los modelos desarrollados.

A lo largo de este proyecto son muy variadas las técnicas de intervención/modificación sobre un diseño previo. Algunos de los experimentos formales apuntan reflexiones sobre la silla, su producción o la tradición. En otros casos se revelan estrategias para copiar creativamente. Así, en la primera edición el diseñador industrial Fabian Schwärzler proponía una copia ablandada y Fries & Zumbühl utilizaban un sencillo envoltorio de tela elástica para transformar el diseño original. Por su parte Annina Gähwiler y Tina Stieger producían unas sillas ancheadas mediante un suplemento casi invisible.

En la segunda edición Christophe Marchand junto con Christian Lehmann y James Dyer-Smith compartían la técnica de la prótesis mientras Nicolas LeMoigne realizaba perforaciones de diferentes diámetros como forma de intervenir sobre el clásico logrando un impactante efecto visual.

El trabajo de Colin Schaelli en la tercera edición va un paso más allá. Bajo el sugerente lema “matar el clásico”, propone diferentes procesos de destrucción de la silla como forma para obtener nuevas versiones y originales “acabados”. Una radical propuesta de action chairing que me llevó hasta el Z am Park y todos estos modelos. Por su parte Stefan Gnirs realizaba en esta edición toda una serie de transformaciones de la silla original produciendo mecedoras, taburetes o tacatacas…

En la cuarta edición la fabricación fue objeto de reflexión. Frédéric Dedelley desindustrializaba la producción de la silla original introduciendo un poco de decoración en tanta racionalidad suiza. De forma similar Andreas Saxer subvertía el producto industrial con los patrones del trenzado artesanal sobreimpresionados.

La última edición impulsada por Z am Park dejó interesantes reflexiones y productos.  Gabriela Chicherio esbozaba sobre las piezas intervenidas las líneas de otros clásicos del diseño de Stark, Jacobsen, los Eames o Thonet. Por su parte ZMIK diseñaba unas irreverentes prótesis de tubo de aluminio capaces de transformar la silla en un taburete.

Las formas, los materiales y las técnicas constructivas o de montaje… todo ello es significativo gracias a un contexto, a unos antecedentes. Para entender y disfrutar las nuevas propuestas resulta positivo conocer (y dar a conocer) esa acumulación de antecedentes, esa tradición. En estas fechas en que la tradición nos sincroniza a todos de una manera especial cada cual, a su manera, repite el mismo mensaje como se repite la silla Horgenglarus… Pues eso, felices fiestas.

Texto: Elías Cueto  /  Imágenes: URLs enlazadas

Sedes,-is. en Tokonoma

diciembre 10, 2011 § Deja un comentario

El próximo viernes 16 de diciembre se presenta «Margarita«, la segunda pieza del proyecto «Sedes,-is«.  Será a las 20:00 h en Tokonoma, la tienda de iluminación y diseño de referencia en Santiago de Compostela. Para la ocasión Guillermo Charlín y Elías Cueto colaboran en una escenografía-escaparate que se inaugurará ese mismo día. La presentación servirá también para dar a conocer el desarrollo de este último diseño.

Margarita surge de un concepto provocador: deformar una silla para que sirva mejor al propósito de ser una «silla de habitación». Una de esas sillas en las que se deshace la maleta, se cuelga la ropa, se apoyan las sábanas y que, sólo de manera fugaz, es usada como asiento para calzarse y descalzarse.

Como desarrollo de esta idea surgió una escultural pieza única. Construida completamente con madera de castaño, utilizando piezas de extraordinario porte y uniones de «caja y espiga» remachadas con pasadores.

El concepto de silla de habitación había tomado forma pero estaba lejos de haber agotado sus posibilidades. Por este motivo continuamos trabajando sobre la idea original, fijándonos en los galanes de noche, en los banquitos de habitación de hotel en los que se suele dejar la maleta, etc. Así surgió Margarita, un diseño que Sedes,-is. produce de forma artesanal utilizando exclusivamente madera autóctona (castaño en las barras y nogal en los pasadores).

Texto e imágenes: Elías Cueto

Uniones…

noviembre 6, 2011 § Deja un comentario

Ha sido sólo recientemente que ha sido posible dar forma a un producto de una sola vez. Esta posibilidad sin embargo no ha supuesto la definitiva desaparición de las soluciones basadas en el ensamblaje de piezas ya que esta tecnología ofrece ciertas posibilidades: facilita el traslado mediante el desmontaje, permite adecuar el material de cada una de las piezas según su función final, puede contribuir a simplificar la producción de cada uno de los componentes, etc.

La historia de las uniones es larga. La técnica tradicional ha sido el ensamble: una pieza encaja en la otra resolviéndose la unión gracias a sus geometrías complementarias. El clavo primero, el tornillo después y finalmente el uso de colas y pegamentos han permitido la ejecución cada vez más rápida y simple de las uniones. Sin embargo las uniones no son un simple problema, también son un elemento expresivo…

Así, la unión convencional entre dos maderas formada mediante una pieza intermedia ha sido hábilmente interpretada por Sebastian Herkner en la Clip Chair. En este diseño la unión del asiento a las patas se realiza mediante una pieza de plástico interpuesta. A diferencia de la madera, el plástico puede conformarse muy fácilmente de manera que toda la complejidad geométrica de la unión queda resuelta en esta pequeña pieza sin necesidad de complejos trabajos artesanales de vaciado. Además, la rigidez del plástico ha sido trabajada de tal forma que el respaldo bascula ajustando su posición a la del usuario. La misma técnica en una propuesta aún más elocuente es utilizada por Vroon Land en Rubber Chair.

Otra forma aún más elaborada de unión mediante una pieza intermedia es la propuesta por Iva Dinulovic en Liquid Joint. En este caso la pieza intermedia se realiza con resina que es vertida en estado líquido de modo que rellene los huecos dejados a tal efecto en las piezas a unir. Esta resina no sólo solidifica rellenando los huecos sino que alcanza una extraordinaria resistencia y conforma una sólida unión.

Llevando al límite las posibilidades de verter un material y dejar que solidifique como forma de unión, Studio Blitzkrieg desarrollando Blitz.k11. En este caso es latón fundido lo que se vierte sobre huecos practicados en la madera. El material no sólo enfría y endurece resolviendo las uniones sino que además quema y penetra la madera de forma dramática y expresiva.

La utilización de productos químicos de última generación es llevada al límite por no-smoking en su DaR, una silla en la que las piezas carecen de perforaciones o vaciados de ningún tipo y las uniones se realizan mediante un simple y gestual brochazo de resina.

En esta misma dirección y alejado de cualquier purismo formal, Hannes Harms propone la Soum Chair, toda una lección de anti-diseño. Las piezas que componen el asiento son simples recortes de un cartón. La unión de todas las piezas se resuelve en un único e informal nudo formado mediante una espuma proyectada de color fucsia y de cuya ejecución se encarga el propio comprador.

En el límite de la tecnología,  Francois Dumas ha desarrollado la Sealed Chair, una silla en la que las piezas de plástico translúcido que la componen se funden las unas a las otras mediante calor. El diseño recuerda la eficientísima geometría de los diseños de Thonet que minimizan el número de piezas –y por tanto de uniones- del producto final. Dumas ha logrado que las uniones sean extraordinariamente limpias y altamente expresivas de la naturaleza plástica del material.

Sin embargo también la baja tecnología ofrece soluciones singulares de unión entre piezas de madera. Así Max Frommeld, cuyos diseños siempre prestan singular atención a las uniones, propone Strammer Max, un taburete en el que todas las piezas se unen mediante la tensión inducida por una cuerda al ser retorcida y atrancada con un simple pasador.

Las uniones, un tema inagotable sobre el que invitamos a nuestros lectores para que nos señalen ejemplos de interés.

Texto: Elías Cueto. Imágenes: links citados.

Isaac Díaz Pardo

octubre 14, 2011 § Deja un comentario

Pasan xa máis de dous anos dende que grazas a Alfonso Mato e guiados por Isaac Díaz Pardo varios amigos tivemos a oportunidade de visitar o Instituto Galego de Información. Hoxe e logo de dubidar moito, permítome compartir algunha das imaxes tomadas naquela visita chamando a atención sobre as cadeiras deseñadas e fabricadas polo creador do Laboratorio de formas de Sargadelos.

É doado atopar no IGI un inxenuo deseño de asento que se adapta a diferentes situacións incorporando brazos ou cambiando o seu tapizado. Aparece nos despachos, no auditorio e mesmo na cantina. Realizadas mediante potentes táboas de madeira atornilladas a tope unhas contra as outras dun xeito básico e expresivo. As táboas son de piñeiro do país e adoitan o característico corte diagonal que afina a peza ao cegar ao chan facendo máis doado evitar que o conxunto asente mal. Lembran estos cortes ós bancos tradicionáis galegos, formados mediante táboas que se unen sen alarde de ningún tipo e sobre as que se fai un corte en pico.

A sua peza máis difundida é coñecida como a cadeira antropomórfica e foi montada en 1958. Neste caso atopámonos ante un deseño que busca conscientemente a innovación. Realizada en castiñeiro e fundición, a súa forma está cargada de intencionalidade. Máis aló do seu perfil de home sedente, a rusticidade das pezas que a componen e os acabados lembran certos aperos tradicionáis. A particular redondez obtida polo desgaste do uso e as dimensións excesivas propias dos útiles agrarios caracterizan as curvas desta peza, curvas que pouco teñen que ver coas que usa o ebanista para alixerar o aspecto do moble e demostrar o súa habilidade. O uso da fundición dúctil amartelada que cose pezas simétricas lembra a construcción de certos aperos tradicionais. Xunto a esta peza atópase unha mesa poucas veces reseñada e cuxas patas lembran os máis innovadores deseños dos anos cincuenta e sesenta.

Dous anos despois imaxino as sillas de Isaac abandoadas nese espacio sitiado que é o IGI. Mobles feitos á medida do seu autor, de reducidas dimensións e que inducen unha posición reflexiva e próxima á terra.

Imáxenes e texto: Elías Cueto

Silla cantilever

septiembre 18, 2011 § Deja un comentario

Según el diccionario de la Real Academia Española, una silla es un «asiento con respaldo, por lo general con cuatro patas, y en que solo cabe una persona». Esta definición académica puede resultar muy discutible desde el punto de vista de la experiencia personal, y genera una interesante controversia: ¿es una silla la cinta que envuelve las rodillas y la espalda de este indígena Ayoreo, rediseñada por Alejandro Aravena para Vitra?

Pero dejando a un lado la definición misma, nos centraremos en las patas: como bien indica el D.R.A.E., generalmente el objeto se compone de cuatro patas, aunque resulta igualmente estable con tres pero, ¿podría construirse una silla con sólo dos patas?

La respuesta a esta pregunta se atribuye oficialmente a Mart Stam, arquitecto neerlandés vinculado al grupo ABC, profesor en la Bauhaus de Hans Meyer y socio fundador de los CIAM, entre otras actividades de una biografía profesional muy destacada.

La solución parece ahora sencilla: consiste en una estructura tubular en voladizo – cantilever- de acero continua que se sustenta únicamente en dos patas, que giran al llegar al suelo hasta encontrar los puntos imaginarios de apoyo de las patas inexistentes para garantizar la estabilidad de la pieza. Con esa única estructura se resuelve también el respaldo, aunque Stam proyectó  una versión en taburete que reduce la compejidad al mínimo. Una solución idéntica fue utilizada por Mies van der Rohe y Marcel Breuer, entre otras piezas en la Nº313, que da nombre a esta blog y a la asociación que lo sustenta.

Texto: José Suárez. Imágenes: alejandroaravena.com, artnet.com

Antonio Bustamante

agosto 10, 2011 § Deja un comentario

Antonio Bustamante es un experto, consultor y profesor de ergonomía. A través de su página web personal puede accederse a algunas de sus interesantes investigaciones y trabajos. Este arquitecto español reflexiona sobre la forma de sentarse y lo hace desde el punto de vista de la salud, compatibilizando el tradicional enfoque postural con una visión social, histórica y psicológica. De hecho resulta de gran interés atender a su narración en torno a la influencia del clima en el origen de la silla o el impacto que la reforma cultural protestante en la transformación del mobiliario.

Bustamante ha desarrollado una investigación prolongada entorno a la «postura del astronauta». Se trata de una posición de máxima relajación muscular establecida por la doctora Corinne Lelong como forma óptima de sentarse. El profesor español ha contribuido a precisar la geometría de esta postura así como a cuantificar la capacidad de un asiento para inducir esta posición en quien lo ocupa. Especialmente interesante en este sentido es el trabajo desarrollado por Antonio Bustamante en relación con el pupitre escolar, una lectura recomendable a la que puede accederse a través del libro «Mobiliario escolar sano«.

Imagen: http://www.antoniobustamante.com. Texto: Elías Cueto

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